Hackeos, fraudes, robos de información. Esos son algunos de los grandes temores de las empresas modernas que operan en la nube. La ciberseguridad, en ese contexto, se convierte en una necesidad prioritaria. Y la transformación digital es su mejor compañera.
¿Por qué? Porque la digitalización no solo optimiza procesos y reduce costos, sino que también juega un papel crucial en la protección de los datos y en la prevención de grandes estafas cibernéticas, a partir de todas estas herramientas:
Capa adicional de protección: La digitalización añade capas de seguridad que son difíciles de lograr en un entorno de gestión física. Luego de una transformación digital, los documentos y datos son almacenados en sistemas protegidos por medidas avanzadas de ciberseguridad, como encriptación, autenticación de múltiples factores y controles de acceso.
Acceso controlado y seguimiento de actividad: El contexto digital permite establecer permisos y restringir el acceso a los datos según el rol de cada usuario. Así, las empresas pueden definir con precisión quién puede ver, editar o compartir documentos, permitiendo un control detallado de cada interacción, siendo notificadas de cualquier acceso, descarga o modificación.
Protección contra el phishing y el malware: El phishing y el malware son dos de las principales amenazas cibernéticas de la actualidad. La digitalización permite a las organizaciones mantener los datos dentro de sistemas protegidos y minimizar el uso de correos electrónicos o dispositivos inseguros para compartir información sensible.
Encriptación de datos: Que toda la información esté encriptada es un escudo extra en caso de ataques externos. Inclusive si un hacker accediera a los sistemas, los datos estarían protegidos mediante codificación avanzada. Este es uno de los métodos más efectivos para prevenir el robo de información, ya que vuelve ilegible cualquier documento en manos de terceros.
Respaldos automáticos y rápida recuperación: Tener los documentos digitalizados facilita el respaldo automático de documentos, lo cual es crucial para la continuidad operativa en caso de ataques cibernéticos, como el ransomware. Cuando una empresa digitaliza sus documentos y utiliza soluciones en la nube, se asegura de contar con copias de toda la información almacenadas en ubicaciones seguras.
Menor dependencia de documentos físicos: Los archivos en papel no solo son vulnerables al deterioro y a los extravíos, sino que también pueden ser robados o manipulados de forma más sencilla. Con la digitalización, las empresas reducen el uso de archivos impresos, almacenando toda la información de forma segura y digital.
Rápida adaptación a las nuevas amenazas cibernéticas: Un entorno digitalizado permite a las empresas adaptarse rápidamente a las nuevas necesidades en materia de seguridad online. Las soluciones de gestión documental se actualizan regularmente para incorporar las últimas tecnologías de protección, manteniendo a la empresa a la vanguardia de la ciberseguridad.
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